POLP: el principio de menor privilegio = menor riesgo

Podría pensar que POLP es el nombre del nuevo pulpo que acierta con los marcadores de los partidos para el próximo mundial, pero no, nada más alejado de esa historia. Se trata del principio del mínimo privilegio (POLP), muy común en el ámbito de la ciberseguridad.
Exploremos a fondo en este blog qué es el principio de mínimo privilegio (por sus siglas en inglés Principle of Least Privilege, POLP). Primero, debe saber que POLP propone que cada usuario, proceso, aplicación o sistema tecnológico solo reciba los privilegios que son estrictamente necesarios para realizar su tarea y ninguno más.
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Por ejemplo, un usuario cuyo trabajo es generar reportes no debería tener permisos para instalar software o borrar las cuentas de los usuarios.
Según IBM, en lugar del enfoque clásico de tener un “usuario root” que puede hacerlo todo, un sistema que es realmente seguro requiere que cada proceso reciba “el conjunto más restrictivo de privilegios necesarios” para ejecutar la tarea.
En resumen, POLP es un principio que plantea " menos privilegios, menor riesgo".
Por qué es importante el POLP para una compañía
Implementar el POLP aporta un número de beneficios estratégicos para el área de seguridad de una organización, estos son algunos que considero que puede tener en cuenta, antes de que empiece a implementar el principio en su política de seguridad TI:
Reducción de la superficie de ataque
Si los usuarios o procesos no tienen privilegios elevados, los atacantes tienen menos puertas para escalar y atacar. Por ejemplo, en ManageEngine sabemos que “más del 80 % de las vulnerabilidades de los parches requieren privilegios de administrador para que la explotación tenga éxito”. Esto implica que si no todos tienen privilegios de admin, la seguridad se refuerza.
Mitigación del daño en caso de brecha
Si un usuario estándar se ve comprometido, pero ya no tiene privilegios de administrador, el alcance del ataque queda limitado. Al respecto, IBM señala que si un proceso “autoriza solo los privilegios necesarios, el daño de un error o explotación inesperada se reduce”.
Mejora el cumplimiento normativo, gobernanza y control operacional
Muchas regulaciones exigen la ejecución de controles de acceso y la segregación de las funciones, por lo que aplicar el POLP facilita cumplir con estos requisitos.
Además, al definir roles y privilegios se gana visibilidad, trazabilidad del acceso y mejor control de cuentas, procesos y aplicaciones.
Equilibrio entre seguridad y productividad
Si se implementa bien, se garantiza que los usuarios tengan lo que necesitan, cuándo lo necesitan, sin sobreproteger los sistemas.
Para un equipo de seguridad de TI, el POLP es una estrategia preventiva esencial. no se trata solo de reaccionar ante incidentes, sino de estructurar el entorno para que los privilegios innecesarios no existan o sean mínimos.
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Cuáles son las ventajas del POLP
Al aplicar correctamente el principio de mínimo privilegio, una empresa puede obtener ventajas como el disminuir la probabilidad de que exploten alguna de sus vulnerabilidades.
Otras ventajas son generar un menor alcance en la propagación de los ataques de malware, menor riesgo ocasionado por errores humanos, cumplimiento de las auditorías, mayor productividad sin sacrificar la seguridad y mejor optimización.
A continuación le explico a detalle cada una de estas ventajas:
Menor probabilidad de que una vulnerabilidad sea explotada con éxito
El atacante no tendrá privilegios amplios. Esto se debe a que, al limitar las cuentas de los administradores, se disminuye la posibilidad de explotación.
Menor propagación de ataques o malware
Si un atacante accede a una cuenta estándar no podrá moverse tan fácil de manera lateral, al no tener privilegios elevados.
Menor riesgo por errores humanos
Los usuarios con privilegios altos pueden, por accidente o por desconocimiento, ejecutar acciones que comprometen la seguridad o integridad del sistema. El POLP reduce esa exposición.
Mejor cumplimiento de auditorías
Cuando se asignan solo los derechos necesarios, es más sencillo demostrar control, segregación de funciones, registros de acceso, revocaciones oportunas, etc. Lo anterior permite lograr el cumplimiento de las auditorías.
Mejora en la productividad sin sacrificar la seguridad
Se puede permitir la elevación de privilegios a tiempo o para tareas específicas, de modo que los usuarios no queden bloqueados ni con exceso de acceso permanente.
Optimiza el coste de la gestión de accesos
Esto permite obtener menos cuentas privilegiadas que monitorear, menos políticas complejas duplicadas, menos riesgo de incidentes costosos.
¿Cómo se puede implementar?
La implementación del POLP se puede estructurar en varios pasos metodológicos y operativos. Estos son algunos que podría tener en cuenta para iniciar la implementación de una estrategia que incluya el POLP.
Realice un inventario e identifique los privilegios
Empiece por identificar todas las cuentas con privilegios elevados (administradoras locales y de dominio), servicios, aplicaciones que ejecutan con privilegios, etc.
Analice además en este punto qué privilegios tienen, qué tareas realizan y cuál es el acceso que realmente necesitan.
Clasifique roles, cuentas y funciones
Es importante que además defina los roles dentro de la organización (dependiendo del rol del negocio, por aplicación, por equipo de TI) y los privilegios mínimos que cada rol necesita.
También es necesario aplicar el modelo de Control de Acceso Basado en Roles (RBAC), para facilitar la asignación de permisos.
Revoque los privilegios innecesarios (privilege creep)
Revise con regularidad las cuentas y privilegios que ya no se necesitan en la empresa. Recuerde que la acumulación de privilegios innecesarios o privilege creep representa un riesgo latente.
Por ello, deberá eliminar o degradar las cuentas de administrador locales o de dominio que no sean críticas. Cuando un empleado renuncia, esas son las que deberán eliminarse pronto.
Ejecute una elevación de privilegios controlada y acceso justo a tiempo (JIT – Just in Time)
En lugar de dar privilegios permanentes elevados, permita que las cuentas estándar soliciten privilegios específicos para tareas definidas y por un tiempo limitado. Esta opción permite mantener la productividad sin sacrificar su seguridad.
Automatice la revocación de los privilegios una vez se haya cumplido con la tarea.
Establezca las políticas, supervisión y auditoría
Otro paso a seguir será definir las políticas de concesión y revocación de privilegios; monitorear quién hace qué; cuándo y con qué privilegio, y gestionar la trazabilidad.
También se ve como una buena práctica el revisar y auditar periódicamente los privilegios, con el fin de asegurarse de que el modelo de mínimo privilegio se mantiene.
Use herramientas de soporte y automatización
La gestión de miles de cuentas, endpoints y privilegios de forma manual puede ser tediosa e inviable, por lo que contar con las herramientas adecuadas para ello será un requisito ineludible.
Esto implicará iniciar acciones para capacitar al equipo y comunicar los cambios.
Genere una cultura de seguridad
Asegúrese de que los equipos (TI, negocio, usuarios) entienden por qué se implementa el POLP, qué significa y cómo este afecta sus flujos de trabajo.
Fomente que los privilegios elevados o solicitudes de acceso especial, pasen por un canal controlado.
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¿Qué herramienta puede apoyar con la gestión del POLP?
Sin duda, desde ManageEngine podemos apoyarlo con herramientas como Application Control Plus. Esta solución facilita la aplicación del principio de mínimo privilegio en entornos corporativos. Estas son algunas de sus características:
Control de aplicaciones: facilita las listas blancas y negras para definir qué aplicaciones pueden ejecutarse. Esto limita la ejecución de software no autorizado.
Gestión de privilegios de endpoints: en vez de dar privilegios generales de administrador al usuario, se pueden otorgar privilegios específicos para aplicaciones. Respetando así el principio de mínimo privilegio.
Elevación de privilegios just-in-time: los usuarios estándar pueden elevar privilegios según necesidad, luego estos privilegios se revocan automáticamente. Esto mantiene la productividad sin comprometer la seguridad.
Depuración de cuentas: permite encontrar y eliminar cuentas de administrador locales innecesarias automáticamente, lo que reduce la superficie de riesgo.
Auditoría, visibilidad, cumplimiento: los informes ayudan a ver quién tiene qué privilegios, cuándo se usaron, etc. Esto es clave para las auditorías.
Además, si bien Application Control Plus está muy orientada a endpoints y aplicaciones. ManageEngine también ofrece otras soluciones para la gestión de los accesos privilegiados como PAM360, que aborda todo lo relacionado con cuentas privilegiadas, elevación, auditoría, etc.
Una organización que quiera implementar el POLP de forma eficiente, dispone de una herramienta como Application Control Plus o PAM360 para entornos más amplios.
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Conclusión
El principio de mínimo privilegio (POLP) es un pilar esencial para fortalecer la seguridad de una empresa. Al aplicar este principio se reduce la exposición frente a ataques, se limita el daño en caso de incidencia, se mejora el cumplimiento y se optimiza la gestión de privilegios.
Para implementarlo con éxito, se requiere un enfoque sistemático: inventario, clasificación, políticas claras, revocación continua, elevación controlada y herramientas apropiadas. Utilizar soluciones como Application Control Plus de ManageEngine permite traducir ese principio en controles concretos operativos.
Si su organización aún no tiene una política madura de mínimo privilegio, este es un buen momento para empezar. Arranque por ejecutar un diagnóstico, luego revise que los roles estén claros y verifique la tecnología y la gobernanza. Esto no sólo aumentará la seguridad, sino también la eficiencia y el cumplimiento.